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Paloma Bermejo: Diez años



Doña Tinta Violeta apareció un día por estas tierras, cruzando el oceáno desde su querida España de manera virtual, y ya no se fue. A fuerza de diccionarios y consultas, se familiarizó con nuestro lenguaje y se hizo parte de nosotros. Y al mismo tiempo, nos enseñó el suyo, con historias inteligentes que supimos disfrutar. Paloma es nuestra amiga, que se supo ganar el cariño de todos los que frecuentamos este y otros blogs amigos. Y no podía faltar a la fiesta ¡pues claro! Y lo hace con un relato tenebroso.



Diez años

-Diez años son muchos, dijo ella.
-Si, tal vez lo sean -respondió él con voz grave.
-Siempre te lo digo, abrígate esa garganta. Cada vez que nos vemos está mas ronca.
-Claro, son diez años. El frío, la humedad y lo que tu sabes no contribuye a mejorarla.
-Vamos por Dios, ya va siendo hora que cambiemos esta maldita costumbre de vernos de esta manera, una vez al año.
-Mujer, ¡no te quejes! Ninguna debiera, ¡me cargas la cabeza!! . Además siempre cuentas lo mismo: que si el chico se vuelve indomable, que si la chica no estudia lo suficiente, que si el dinero. Te quedaste con lo suficiente. Búscate la vida ¡qué sé yo! Ya va siendo hora que te hagas con ellos y me dejes tranquilo.
- Oh vaya! Que te deje tranquilo. Ya vuelves a tus viejas costumbres. El trabajo, el bar, los amigotes, el fútbol y al final llegas cansado y cualquier comentario era la gota que colmaba el vaso. Que te deje tranquilo. A todos has prestado oído menos a mí.
-Basta! Ya estoy harto. Una vez al año y solo oigo monsergas! ¿Trajiste flores? Mejor, déjalas ahí mismo. Mi viejo amigo con pinta de calaverita risueña las agradece. Ese sí es un amigo que me entretiene. Sus historias rebosan terror, dicha, misterio o ternura. Da gusto conversas con él. Tu eres lo más absurdo que me ha sucedido- Y bien que lo estoy pagando.
-Como quieras, susurra ella por lo bajo. Alarga su mano y la posa cerca de la de él, gélida y gris. No me acostumbro, Fidel, no lo sobrellevo, una sola vez al año. Tan frío todo. Esta piedra dura.
- Fernanda, regresa a casa, todos están celebrando, el olor a asado llega hasta aquí. Volverás de nuevo, dentro de un año.
La mujer se levanta, cruje la cancela al cerrar. El sacerdote distraído riega los geranios, así que nadie se ha percatado de su visita.
-Volveré, susurra, no te vas a librar de mí tan fácilmente Fidel. El veneno te dejó seco, pero voy a hacerte la vida imposible hasta que podamos reunirnos de nuevo.
Las doce del mediodía caen con el repicar de la campana. A sus oídos llega con cada tañido un solo eco: No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no. De su garganta brota un gruñido. De tumba en tumba un suspiro, como brisa fresca, hace danzar las hojas caídas. El maleficio la mantendrá alejada un año más.





1 comentario:

Netomancia dijo...

Gracias Paloma, por su amistad, constancia y por demostrar ser una gran persona. La hicimos propia aquí, en tierras argentinas!
Se extraña su blog, espero que regreso en algún momento.
Besos!!!